Compramos iPhones debido a nuestra profunda conexión emocional con la marca. Como la lealtad a un querido equipo de fútbol americano universitario, es una conexión resuelta y discreta que nunca se romperá. Compramos el iPhone porque es un teléfono que Apple creó para entusiastas. Usar un iPhone es un verdadero placer, una verdadera gratificación, un verdadero placer. Es lo suficientemente inteligente como para saber salir del camino del usuario y permitirle llegar al importante trabajo de productividad.
Este es un valor que los creadores de Android nunca obtuvieron. Todavía no lo entienden. Y nunca lo harán.
Eso está perfectamente bien: no es para ellos. Los iPhones son para personas como nosotros que hacemos cosas como esta.
manzana
sabe exactamente cómo conseguir que el aspecto de la experiencia del usuario de sus dispositivos sea el correcto. La empresa de Cupertino sabe exactamente lo que los usuarios quieren en un teléfono inteligente con respecto a la interfaz de usuario y la seguridad. Los jefes de Apple trabajan muy duro para asegurarse de no hacer nada para estropear esta conexión profunda y emocional que ellos y la marca tienen con toneladas y toneladas de personas en todo el mundo. Son conscientes de que se encuentran en una posición comercial extremadamente celosa con los precios de sus productos de lujo en bienes de consumo y profesionales.
La diferencia entre los jefes de Apple y los jefes de otras empresas es que los ejecutivos de Apple realmente valoran lo que hacen. Valoran la música. Valoran el arte. Valoran la tecnología de vanguardia. Valoran el diseño. Valoran la ejecución. Valoran la magia de los equipos pequeños. Valoran la construcción de una comunidad en torno a las tiendas Apple. Valoran las emociones. Valoran a las personas. Valoran el legado.
Compramos iPhones por vínculo emocional. Compramos iPhones por comunidad. Compramos iPhone porque nos hace sentir especiales al asociarnos con la marca. Compramos iPhones porque es para Creadores, por Creadores. Compramos iPhones porque queremos mejorar las cosas haciendo mejores cosas. Y queremos lucir bien mientras lo hacemos.
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